16 de noviembre de 2010

Llorar , llorar sin parar , hasta que las lagrimas se sequen y ya no quede rastro del dolor. Gritar, gritar sin parar hasta quedarme afónica de repetir siempre lo mismo, que te odio. Que te necesito, que eres todo, aunque esto sea mentira.
Soportar que el mundo se me venga encima...